El reporte fue elaborado en 2015 por la Middlesex University London y versa sobre la implementación de nuevos programas de apoyo para jóvenes y niños que han sido víctimas y victimarios.
En 2014 la Oficina Mayor de Vigilancia y Delitos en Londres invirtió €400,000 (aproximadamente $6, 8000,000 pesos) al desarrollo de servicios especializados en jóvenes y niños que han sido víctimas y victimarios de delitos, abuso y/o violencia divididos en dos centros especializados llamados “London Resettlement Consortia” (LRC) los cuales a su vez cada uno tiene 6 Servicios de Delincuencia Juvenil.
Los datos obtenidos para desarrollar la investigación fueron resultado de una serie de entrevistas y cuestionarios elaborados por expertos en el tema y resueltos por niños y jóvenes que viven en esta situación.
El estudio realizado demuestra que los niños y jóvenes tienen más probabilidades de ser víctimas que victimarios y a su vez tienen mayor probabilidad de ser víctimas que los adultos. Así mismo hay mayor probabilidad de que un niño sea victimario si en algún momento fue víctima.
La salud mental y emocional así como las capacidades cognitivas y verbales de los niños y jóvenes en esta situación se ven seriamente afectados por lo sucedido y es más difícil que se recuperen de la experiencia traumática que sufrieron.
Expertos en el servicio de delincuencia juvenil señalan que el 50% de los niños y jóvenes que ingresan porque cometieron un delito han sido víctimas de violencia, abuso o testigos de delitos, así mismo el 40% de esta población tienen consecuencias emocionales y mentales relacionadas con estos hechos.
Por otro lado en el estudio se encontraron causas y manifestaciones que tienen una relación directa con la victimización en niños y jóvenes: las peleas, la intimidación en la calle, la violencia doméstica, el abuso sexual y la experiencia de la guerra son factores victimizantes y sus consecuencias son ansiedad, depresión, ira, inestabilidad emocional y en las relaciones interpersonales así como uso indebido de sustancias.
También se encontró que los esfuerzos realizados hasta ahora por los centros LRC no son suficientes pues la cooperación por parte de los jóvenes es poca ya que necesitan una serie de condiciones previas que se puedan comprometer a realizar el programa de ayuda.
Los investigadores proponen 5 programas que se adaptan a las necesidades específicas de los niños y adolescentes en condiciones de victimario/victima:
- Proyecto prácticas en gestión de casos
- Opciones diversas a la reclusión
- Voluntarios para la difusión y promoción de los servicios
- Personas que sirvan de apoyo a los jóvenes durante y después del proceso penal
- Apoyo a distancia para dar seguimiento a los programas clínicos (llamadas, plataformas virtuales, etc.)
Las cinco opciones presentadas en la investigación son desarrolladas a profundidad dentro del texto y la función de cada una es adaptarse a esas necesidades para poder llegar al problema real y resolverlo.
Así mismo en el documento se presentan recomendaciones basadas en la investigación realizada.
Una de las recomendaciones recae en la necesidad de crear planes que se ajusten a cada niño o joven por medio de personal capacitado que pueda apoyarlos durante todo el proceso hasta su recuperación.
Descarga aquí el reporte completo “Reporte final 2015 “