Hoy en el escenario nacional se ha avivado el debate en torno a la procuración de justicia y los cambios que son necesarios en su estructura, para todos niveles e instituciones. Dos botones de muestra de días recientes:

  1. Ante los sucesos de Iguala en el estado de Guerrero, la encuestadora Parametría encontró que 7 de cada 10 mexicanos no confía que se hará justicia (sólo 26% cree que se atrapará a los responsables por la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa).
  2. Agravando lo anterior: con la captura de un probable responsable por un delito, la incertidumbre que rodea al proceso penal apenas comienza. Así lo describe Inés Santeeulalia en El País en su reportaje sobre un juicio en el Reclusorio Oriente:

Casi la mitad de los reclusos del país, como Rubén, están presos sin sentencia, pendientes de procesos judiciales que se suelen alargar durante años. Las autoridades reconocen que el sistema está obsoleto. La reforma judicial, que impone audiencias orales, ha comenzado a implantarse en algunos Estados y en 2016 llegará a todo el país. Se espera que el nuevo modelo descongestione un sistema hasta ahora ineficaz en el que desconfían dos de cada tres mexicanos, según datos oficiales, y en el que la mayoría de los casos quedan impunes.

Indudablemente, la difiícil situación que atraviesa el país ha hecho aún más clara la urgencia de transformar el sistema de justicia, y la necesidad de que el proceso correspondiente a la reforma penal aprobada en 2008 no se quede en el papel, sino que en verdad genere cambios profundos y de calidad.

Es en este contexto que CIDAC presentará la segunda edición del reporte sobre los avances en la implementación y operación de la reforma penal en México. Al respecto Paulina Sánchez comenta en este podcast sobre la metodología usada por CIDAC, la evaluación elaborada en 2013 y los nuevos aspectos que incluye esta actualización que se dará a conocer el día jueves 20 de noviembre.