Migración

El problema de inseguridad en México ha dejado en evidencia la gran vulnerabilidad en la que se encuentran los migrantes. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha reportado en varias ocasiones cientos de casos en los que migrantes son secuestrados, obligados a realizar trabajos forzados, asesinados o desaparecidos. En el caso de las mujeres, las cosas no son diferentes, pues frecuentemente son víctimas de violencia y explotación sexual por organizaciones criminales.

En este contexto poco alentador, es que resulta importante la creación en México de la Unidad de Investigación de Delitos para Personas Migrantes. En días recientes, la misma CIDH celebró y elogió el posible avance que esta instancia podría representar e hizo un llamado a la OEA para garantizar el cuidado a los migrantes y sus familiares cuando han sido víctimas de violaciones a sus derechos humanos.

Entre otras cosas, la unidad tendrá como objetivo investigar, procesar y sancionar a los responsables de las violaciones contra migrantes. El Diario Oficial de la Federación establece que esta instancia está comprometida a coordinar la aplicación de acciones idóneas para reparar el daño a víctimas.

La importancia no es menor, pues México es un país de de altos flujos migratorios que van desde los solicitantes de asilo, refugiados, hasta las víctimas de trata de personas que tienen por destino principal Estados Unidos.

No hay que perder de vista que hasta ahora este tipo de esfuerzos han resultado insuficientes, y que de la grave crisis de derechos humanos que vive el país, no hay nada que elogiar.

 

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